lunes, 2 de agosto de 2010

Huco Chavez narcotraficante

TARDE o temprano Hugo Chavez seria acusado de narcotraficante.

Hugo Chávez, rabadilla sin sosiego

Por Mirko Lauer

Por segunda vez en dos años Hugo Chávez mueve tropas a la frontera con Colombia, al mismo tiempo que propone un nuevo plan de paz a la región. El argumento para el traqueteo de sables es que teme un ataque conjunto de Colombia y los EEUU. Pero Colombia solo ha presentado una queja ante la OEA, acusando a Chávez de alojar a 1,500 combatientes de las FARC y el ELN.

Esa cantidad de gente armada es difícil de ocultar en la era del satélite, pero el gobierno saliente de Álvaro Uribe no ha sido muy eficaz difundiendo en los medios las pruebas que presentó a la OEA. Lo cual ha permitido a Chávez intentar el juego de la víctima dentro y fuera de su país. Pero su apego a la subversión colombiana es conocido, y Sudamérica no ha corrido a rescatarlo.

Influyentes medios de los EEUU y el comando sur de ese país (cuyo Plan Colombia co-financia la lucha contra el narcotráfico aliado a las FARC) consideran las pruebas de Uribe convincentes. Falta saber ahora cuántos de los demás países de la región consideran que los 1,500 alojados, y no los temores de Chávez, son el fondo del conflicto entre los dos países.

En otra hipótesis lo que teme Chávez no es una invasión colombiana sino los efectos electorales de una situación económica cada vez más complicada. La aprobación de Chávez sigue alta, pero el socialismo bolivariano del siglo XXI se empieza a parecer al socialismo del siglo XX en Cuba. Aunque un cable de AP informa que el sector privado sigue controlando dos tercios de la economía, como cuando Chávez llegó.

Además de mover tropas, Chávez ha roto relaciones con Colombia, amenazado con terminar de liquidar el comercio bilateral con el vecino país, y anunciado la posibilidad de dejar de venderle petróleo a los EEUU. Si se tratara de otra persona, uno pensaría que en efecto Venezuela se prepara para alguna forma de guerra total. Solo que en el caso de Chávez ya hemos visto todo esto antes.

Lo único que no ha hecho Chávez es explicar a sus alojados de las FARC, los enemigos de sus enemigos. Hay un elemento de aparente afinidad ideológica, y quizás también uno de colaboración solidaria con La Habana. Es obvio que no le preocupan los lazos de las FARC con el narcotráfico, que a la larga podrían colocarlo en un predicamento judicial similar al del panameño Manuel Antonio Noriega.

Juan Manuel Santos, el nuevo presidente colombiano, acaba de rechazar una oferta de negociación de las FARC, y enfrenta los ataques verbales y comerciales de Chávez. La queja de Uribe ante la OEA ya está siendo frenada por la marea política del petróleo venezolano. 


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