Por Diana Seminario Marón
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, estuvo el jueves en Lima en una corta pero intensa visita de Estado. Su viaje al Perú le costó duras críticas de la oposición, encabezada por el ex presidente Ricardo Lagos. Él les responde a sus detractores y, pese al litigio marítimo en La Haya, es optimista con respecto a que su país y el nuestro puedan caminar juntos hacia metas comunes. Defiende la tesis de su país de que los límites marítimos con el Perú se fijaron en los tratados de 1952 y 1954. Para nosotros, esos son solo acuerdos pesqueros. No nos ponemos de acuerdo, pero seguimos conversando y mirando al futuro. La Haya se encargará.
En su paso por Lima, usted dijo que llegó la hora de Perú y de Chile. ¿Cómo podemos pasar de la frase a los hechos?
Después de 200 años de vida independiente en Chile y casi 200 en el Perú, llegó el tiempo de cambiar la historia, de hacer lo que tenemos que hacer , transformarnos en países desarrollados sin pobreza, capaces de darles oportunidades a todos. Tenemos pueblos trabajadores y honestos. Lo que falta es la cuota de liderazgo, de coraje y de unidad para vencer los obstáculos.
¿Y cómo hacerlo?
Primero, con una verdadera revolución en materia educacional, para mejorar el capital humano de nuestra gente. En Chile estamos recuperando el tiempo perdido y haciendo una revolución que era imprescindible. Segundo, duplicar o triplicar nuestra inversión en ciencia y tecnología. Tercero, promover y fomentar el espíritu de innovación y de emprendimiento, y sacar lo mejor de cada uno. Cuarto, modernizar nuestros estados para que sean realmente motores en esta sociedad nueva y no lastres. Estas grandes reformas nos van a permitir ponernos de pie en la sociedad del conocimiento y de la información, y no simplemente asomarnos para que nos pase por encima.
Esas son políticas de Estado que deberán emprender ambos países. El presidente Alan García termina su mandato el próximo año. Es difícil que me diga quién le gustaría que gane las elecciones en el Perú, ¿pero podría decirnos qué perfil considera que sería el mejor para viabilizar las relaciones bilaterales?
Estas son políticas de Estado que deben ir más allá de un gobierno. Chile tiene 15 mil dólares de ingreso per cápita, Perú tiene 9 mil dólares de ingreso per cápita, el umbral que separa al mundo desarrollado del mundo en desarrollo es 22 mil. Por tanto, si Chile mantiene el ritmo de crecimiento que tiene hoy día, en el año 2018 derrotaremos el subdesarrollo y la pobreza. Perú o tiene que andar más rápido o le tomará un poco más de tiempo, pero el desafío es el mismo. No quiero opinar sobre la política de un país amigo como Perú, pero los presidentes modernos deben tener claro que la única manera de derrotar el subdesarrollo es sumándose a la revolución de la sociedad del conocimiento y la información.
Y en esa tarea, ¿cómo ve la relación entre Perú y Chile al 2016 y nuestro bicentenario del 2021?
Con Perú hemos tenido agendas del pasado que a veces han tendido a separarnos, esa agenda se expresa en el diferendo marítimo, donde evidentemente tenemos posiciones encontradas, no tenemos acuerdo en esta materia. Chile sostiene que los tratados de 1952 y 1954 son tratados limítrofes, que fijaron el límite marítimo en el paralelo, en el punto terrestre que llega a las costas, hasta las 200 millas mar adentro. Esa es nuestra tesis, creemos que es la correcta y la vamos a defender con mucha fuerza. Perú tiene la tesis distinta, por tanto, dejemos que eso se quede en La Haya. A la corte lo que es de la corte y a los pueblos, gobiernos y presidentes lo que es nuestro. Nuestra tarea es fortalecer la integración en infraestructura y energía, proyectarnos en forma conjunta hacia el mundo del Asia Pacífico.
Precisamente, yo le hablo de un escenario post La Haya…
Chile y Perú han sido, somos y vamos a seguir siendo países limítrofes y hermanos y, por tanto, debemos comprender que, si bien hay cosas que nos separan, es mucho más lo que nos une. Esto es como en un matrimonio, que tiene un proyecto de vida en común y, obviamente, hay situaciones de conflicto; pero es mucho más lo que los une, y por tanto, lo inteligente es, sin perjuicio de defender nuestras legítimas posiciones en La Haya, seguir avanzando en aprovechar nuestras potencialidades, apoyarnos mutuamente, proyectarnos en conjunto hacia el futuro y hacia el Pacífico.
Probablemente el litigio se resuelva hacia el 2012, pero en el camino hay acciones y estrategias. Ecuador, por ejemplo, es vital y a usted se le ha visto muy empeñado en que finalmente tome parte en la demanda.
Los tratados del 52 y del 54 fueron suscritos originalmente por Perú, Ecuador y Chile y, posteriormente, se adhirió Colombia. Las posiciones de Ecuador y de Chile han sido siempre muy sólidas y muy coincidentes, ambos pensamos que esos son tratados limítrofes y que fijaron el límite en el paralelo; eso lo han dicho Ecuador y Chile en multiplicidad de ocasiones. Perú durante mucho tiempo adhirió esta tesis.
Pero es claro que Ecuador reconoce que no tiene ningún problema con el Perú…
Entonces, si no tiene ningún problema, los límites están fijados en alguna parte.
Pero la geografía es distinta (del Perú con respecto a Chile y Ecuador).
Si Perú reconoce que no tiene ningún problema de límite con Ecuador, significa que están determinados por algún instrumento, por algún tratado, y los únicos tratados que existen son los del 52 y 54.
Ecuador es diferente respecto de Chile, por el tipo de geografía (la presencia de islas).
Pero, por un tema de lógica, yo entiendo que si no hay problemas de límites entre Perú y Ecuador es porque están fijados en algún tratado y, por tanto, los tratados del 52 y del 54 son tratados de límites.
Pero la carta que le ha enviado Perú a Ecuador, en la que establece que no hay temas pendientes, ya es un documento.
Ni usted y yo vamos a zanjar esto, por eso a La Haya lo que es de La Haya y a los gobiernos lo que es de los gobiernos, y de eso hablamos con el presidente García. La vida, como decía San Ignacio, tiene que ser reflexión y acción, y eso es lo que queremos hacer con el presidente Alan García, no solo reflexionar sobre nuestras relaciones, sino actuar en beneficio mutuo.
El presidente García le dijo que hay que tener coraje político para venir al Perú. Y cuando estuvimos en su elección, algunos analistas nos advirtieron que si usted ganaba, sus opositores le endilgarían el término "amigo del Perú". ¿Cómo lo asume?
Chile y Perú están llamados por la historia, por la geografía, por el presente y por el futuro a ser amigos, y si me atribuyen esa característica, no me parece de ninguna forma un ataque, al revés, la acepto de inmediato.
Sus detractores políticos la toman como una crítica…
Cada uno toma la vida como quiere, yo le estoy contando cuál es mi posición y la de nuestro gobierno, y la política exterior de Chile la conduce el presidente electo democráticamente por los chilenos, y ese presidente está frente a usted….
Que se llama Sebastián Piñera y no Ricardo Lagos…
Eso lo dice usted, no yo.
Usted ha recordado que hay tres clases de pecados: de pensamiento, acción y omisión. ¿Cuál ha sido la principal omisión que hemos tenido en estos años?
No habernos dado cuenta de que tenemos un futuro lleno de oportunidades. Cómo es posible que después de casi 200 años todavía no hayamos tenido una integración económica en plenitud. Hemos avanzado mucho, pero nos queda todavía un camino por recorrer, que no tengamos una mejor integración física; tenemos aduanas al lado chileno de la frontera y del lado peruano, lo inteligente es tener una sola integrada; no tenemos integración en materia energética; no hemos aprovechado nuestro potencial minero en un "cluster" de categoría mundial, que exporte no solo minerales sino también conocimiento y tecnología. Por tanto, las cosas que podemos hacer, y que no hemos hecho, son inmensas y muy fecundas. No haberlas hecho constituye un pecado de omisión.
¿Cómo se entiende el hecho de que, si aparentemente somos amigos, Chile no ha variado su postura con respecto a su política de compra de armas y es, aún, uno de los países que más armas compra en Sudamérica, después de Brasil y Venezuela?
A esta relación yo la llamaría una relación inteligente: dejar en La Haya lo que es de La Haya y tomar nosotros lo que es de nosotros.
¿Y el armamentismo?
Chile no está en ninguna carrera armamentista, está reponiendo material que por razones de tiempo está quedando obsoleto, porque Chile no tienen ningún afán expansionista, con ninguno de los países vecinos, y por tanto le hemos propuesto al presidente García un mecanismo de homologación de gastos de defensa.
Pero ustedes tendrían que bajar sus gastos…
Un momento, la homologación significa que tengamos información de gastos de defensa de uno y otro país. Porque aquí hay que comparar peras con peras y no peras con manzanas.
Pero homologar es igualar.
No, homologar es establecer mecanismos de comparación que sean confiables para las partes. En Chile, el presupuesto previsional de las FF.AA. está dentro del Ministerio de Defensa, igual que el presupuesto de las fuerzas del orden: policía, carabineros, por lo tanto homologar significa comparar cosas que sean comparables y eso se lo hemos propuesto al Perú y ya lo tenemos funcionando muy bien, y en plenitud con Argentina.
¿Y esto cuándo se concretaría?
Estamos avanzando, si de Chile dependiera avanzaríamos más rápido aun…
¿Entonces de quién depende?, ¿del Perú?
Para bailar un tango se requieren dos.
¿Usted considera al Perú como un aliado en la región?, teniendo en cuenta la tendencia de Hugo Chávez en Venezuela, por ejemplo.
Yo noto una gran coincidencia en la forma en que concebimos la democracia, el desarrollo económico, la estructura de la sociedad, en la manera en que concebimos nuestras alianzas con el mundo, nuestra integración; esta coincidencia tiene que ayudarnos a enfrentar unidos -en la medida de lo posible- los desafíos del presente y las oportunidades del Perú. Tengo claro que solos podemos andar más rápido, pero juntos podemos llegar más lejos.
Se reunió con algunos precandidatos presidenciales, usted insiste en no querer pronunciarse sobre quién le gustaría que gane, pero yo insisto con la pregunta de definir un perfil.
Me puede hacer esta pregunta un millón de veces, y siempre le voy a responder lo mismo: no voy a intervenir en materias de política interna del Perú, porque no corresponde. Perú, libre y democráticamente, va a elegir a su futuro presidente, y quien quiera que sea, vamos a trabajar con él, con la mejor voluntad del mundo.
Con su visita ha quedado en claro que el Perú no tiene un arma secreta contra Chile que es el gas, e incluso usted ha llegado a decir que su política es no depender de nadie.
En la reunión con el presidente García acordamos que trataremos de ser lo más independientes posibles en el tema de la energía y no depender de ningún país en particular. Por eso estamos haciendo gigantescas inversiones, para aprovechar nuestro potencial energético e hidroeléctrico y crear plantas gasificadoras de gas licuado, lo que nos permite autonomía e independencia energética; además, estamos desarrollando energías limpias y renovables. Pero siempre vamos a estar dispuestos a buscar interconexión en materia de gas y de electricidad. Cualquier integración en materia energética no es un favor o una concesión que un país le hace al otro, se va a producir en la medida en que los dos así lo quieran y que los dos se vean favorecidos, y yo estimo que es muy posible que un cliente para el gas o electricidad, para el excedente de gas o electricidad, probablemente sea Chile; además uno de los buenos proveedores de gas o electricidad para Chile va a ser el Perú. Por tanto, que el gas es un arma secreta, o un elemento que va a permitir que un país imponga términos a otro, eso es un error y así lo planteó con mucha fuerza y claridad el presidente García.
Hablando de la política de su país, ¿quién cree usted que más adelante podría viabilizar mejor esta agenda con el Perú a largo plazo?
Me puede hacer la misma pregunta al derecho, al revés. Si usted me hace la misma pregunta, [tendrá] la misma respuesta. No vamos a interferir en la política interna del Perú.
Le estoy preguntando a quién consideraría su sucesor natural para continuar con la agenda que usted está planteando a futuro con el Perú.
Llevo ocho meses en el Gobierno y, por tanto, todavía no estoy pensando, y por mucho tiempo no voy a pensar en mi sucesor; pero evidentemente que aspiro a entregarle la banda presidencial a una persona que continúe nuestra obra; es decir, de nuestra misma coalición política.
Usted dice que podría trabajar con cualquiera que sea democráticamente elegido….
Ahora yo le quiero hacer una pregunta a usted, que ha estudiado periodismo… ¿En qué curso de periodismo les enseñan a repetir la pregunta hasta que caiga el pez en la red?
Usted no cae…
Ahora me va a cambiar la pregunta por otra…
Cuando compitió con la ex presidenta Michelle Bachelet, el ex presidente Alberto Fujimori llegó sorpresivamente a Chile y la Concertación criticó una fotografía suya, que lucía en su escritorio, con él. ¿Cómo ve al cabo de 10 años a Fujimori?
Esa fue una fotografía que nos sacamos en el Congreso, cuando yo era senador y el presidente Fujimori asistió al cambio de mando entre el presidente [Eduardo] Frei y el presidente [Ricardo] Lagos. Fujimori está cumpliendo una condena de acuerdo con lo que dictaminó la justicia peruana, y, por tanto, a quien le corresponde juzgar la responsabilidad de un ciudadano peruano es a los tribunales de la justicia peruana; así ha ocurrido y yo respeto esa decisión.
Tenemos entendido que está fijada para enero la visita de Estado de Alan García a Chile.
Así es, me parece que está fijada para el 20 de enero, día de San Sebastián.
¿Para esa fecha ya se podría concretar el tema de la homologación del gasto en armas?
No vamos a esperar hasta el 20 de enero para avanzar en los acuerdos que firmamos durante mi visita, ni tampoco en las líneas de acción que acordamos.
Tiene apenas ocho meses en la presidencia, pero parece que fueran años, no la ha tenido fácil, primero por el terremoto y luego los mineros.
Este ha sido un año muy intenso y le diría que si bien llevamos ocho meses, tengo la impresión que fuera mucho más, porque ha sido un año trágico. En febrero de este año, diez días antes de asumir el mando de Chile, fuimos golpeados por uno de los cinco peores terremotos en la historia de la humanidad. Después tuvimos la instalación de nuestro nuevo gobierno.
Y tembló el día que usted asumió el mando.
Los tres temblores fueron antes del mediodía, por tanto fueron responsabilidad del gobierno anterior. Luego tuve que hacer la instalación de nuestro gobierno, después de 20 años de la Concertación. Posteriormente tuvimos que enfrentar el desafío de la reconstrucción, el desarrollo de nuestro plan de gobierno y poner nuevamente en marcha la economía. Y, luego, enfrentamos la búsqueda de los mineros tomando decisiones rápidas y sin pérdida de tiempo, actuando con liderazgo y unidad, utilizando nuestra mejor gente y tecnología y golpeando todas las puertas de países amigos para que nos ayudaran, y haciendo las cosas bien, porque esa esta historia conmovió al mundo. Normalmente, las grandes noticias son malas noticias. Esta fue una gran noticia y fue una buena noticia. Después, nos ha tocado poner nuevamente en marcha la economía. Le puedo contar que el año pasado la economía chilena cayó en 1,5% y este año va a crecer cerca del 6%.
Ya nos va a alcanzar…....
De hecho este año va a crecer cerca del 6%, porque el primer trimestre fue muy malo, pero ya estamos creciendo más del 7%; por tanto, en este instante, Chile y Perú están entre los países de mayor crecimiento del mundo. Vamos bien encaminados, mantengamos el ritmo y el rumbo, porque así vamos a llegar al desarrollo, que es la meta que buscamos chilenos y peruanos.
Para terminar esta entrevista, ¿podemos los peruanos confiar plenamente en Chile?
Por supuesto que sí. Chile es un país que tiene como política de Estado el respeto al derecho internacional y a los tratados internacionales, además compartimos con el Perú los principios básicos: creemos en la democracia verdadera, representativa, con alternancia en el poder, con independencia de poderes y respeto a la libertad de expresión y creemos en la economía social de mercado libre e integrada al mundo. Ambos creemos en un Estado que debe luchar contra la pobreza y las desigualdades, y por tanto, la confianza viene básicamente de que compartimos historia. Esa es la mejor garantía de que sabremos encontrar juntos los caminos.